La imaginación y la creatividad son elementos
relevantes que deben formar parte de los procesos tanto de enseñanza como
aprendizaje, puesto que estimulan el pensamiento, la memoria, la innovación, la
asociación de imágenes con palabras o frases, además de servir de base para que
el docente pueda diseñar actividades dirigidas a estudiantes visuales,
auditivos o kinestésicos, siendo esto de suma importancia para que realmente se
pueda generar un aprendizaje significativo o mejor aún, que el educando pueda ser
capaz de aprender a aprender, mediante el desarrollo de habilidades y destrezas
necesarias en la consolidación de conocimientos para la vida.
En este sentido, se toma como
principal referencia, la implementación de la Literatura Infantil en el aula de
clases como un medio alternativo para planificar clases divertidas, diferentes
e innovadoras, donde la base de lo cultural, social, educativo, comunicacional,
puede combinarse con la creación de nuevas ideas, además de hacer del
estudiante, un ser inventor por excelencia, capaz de diseñar estrategias que
partiendo de la práctica de la imaginación, pueden ser de gran ayuda para
estimular esas habilidades y destrezas tan primordiales en la construcción de
conocimientos verdaderos.
De esta forma, el
docente debe invitar a niños y niñas a soñar, a crear, a inventar.
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